Castilla miserable , ayer dominadora , envuelta en sus andrajos desprecia cuanto ignora . ¿ Espera , duerme o sueña ? ¿La sangre deramada recuerda , cuando tuvo la fiebre de la espada ? Todo se mueve , fluye , discure , corre o gira ; cambia la mar y el monte y el ojo que los mira . ¿ Pasó ? Sobre sus campos aun el fantasma yerra de un pueblo que ponía a Dios sobre la guerra . La madre en otro tiempo fecunda en capitanes , madrastra es hoy apenas de humildes ganapanes . Castilla no es aquélla tan generosa un día , cuando Myo Cid Rodrigo el de Vivar volvía , ufano de su nueva fortuna , y su opulencia , a regalar a Alfonso los huertos de Valencia ; o que , trás la aventura que acreditó sus bríos , pedía la conquista de los inmensos ríos indianos a la corte , la madre de soldados , guerreros y adalides que han de tornar , cargado de plata y oro , a España , en regios galeones , para la presa cuervos , para la lid leones . Filósofos nutridos de sopa de convento contenplan impasibles el amplio firmamento ; y si les llega en sueños , como un rumor distante , clamor de mercaderes de muelles de Levante , no acudiran siquiera a preguntar ¿qué pasa ? Y ya la guerra ha abierto las puertas de su casa . Castilla miserable , ayer dominadora , envuelta en sus harrapos desprecia cuanto ignora . Antonio Machado (Campos de Castilla )